Todo sobre la piel

Tipos de piel

Hay cuatro tipos de pieles: la piel normal, la seca, la grasa o seborreica y la mixta. También existen las pieles sensibles, aquellas que reaccionan con facilidad ante agentes externos. Que sea de un tipo u otro va a venir dado por la genética, mayormente.

Sin embargo, nuestra piel puede variar según otros factores, como el paso de la edad o la aparición de enfermedades crónicas que la condicionen.

Piel normal

Esta piel está en pleno equilibrio. También llamada piel eudérmica, no se observa que tenga demasiada grasa ni que esté demasiado seca. A pesar de esto, no debe faltar ningún tipo de cuidado, ya que con el paso del tiempo puede evolucionar a una piel seca.

La piel normal, es suave al tacto y los poros son muy poco visibles. Es una piel sin imperfecciones visibles. Está bien hidratada, y permite adaptarse bien a distintas temperaturas y concentraciones de humedad. Así, puede combatir bien las agresiones contra los rayos solares y contaminación.

Piel seca

Las mujeres sufren más de esta condición que los hombres. De hecho, el motivo de un 40 % de las consultas en dermatología se centra en este tipo de piel. Una piel que se ve muy poco “lubricada”. Este tipo de piel puede perder la humedad a través de la transpiración. El estrés, la actividad física o el calor pueden potenciar este proceso. Como resultado de la falta de sebo, la piel seca no cuenta con las grasas necesarias para poder retener la humedad.

Este tipo de piel tiene un tacto áspero, no sientes una textura “aterciopelada”, es una tez apagada u opaca, incluso con manchas rojas en la piel, tiene tirantez y picor con mucha frecuencia e incluso, puede tener pequeños rasgos prematuros de envejecimiento, como pueden ser las líneas de expresión, es una piel que se enrojece fácilmente y presenta una falta de flexibilidad.

Piel grasa

Es un tipo de piel característica de etapas en pleno cambio hormonal. También, la producción excesiva de sebo se puede dar por determinados fármacos y cosméticos que pueden propiciar este tipo de piel. A veces, el sebo se secreta en exceso cuando tienes muchas glándulas sebáceas. Esto es lo que se denomina como una hipersecreción sebácea. En estos casos, el cabello también puede verse afectado.

En muchas ocasiones aparece acné leve, una cantidad importante de comedones en la cara y con frecuencia en el cuello, los hombros, la espalda y en el pecho. En casos moderados y severos, aparecen pápulas (elevaciones sin cabeza blancas o negras) y pústulas (elevaciones con pus en el centro) y la piel se pone roja e inflamada.

La piel grasa, presenta muchos puntos negros o “espinillas”, tiene brillos en todo el rostro. Los poros se ven muy dilatados y ensanchados. Se llegan a distinguir a simple vista. Es de textura irregular, no uniforme.

Piel mixta

En este tipo de piel, se alternan localizaciones del rostro más grasientas con otras secas. Es el tipo de piel facial más común.

Principalmente en la nariz, frente y barbilla presentas zonas brillantes características de piel grasa (en la llamada zona T). En las mejillas y en la sien más bien encuentras una textura tosca, una piel seca. Predominan los poros dilatados en el rostro.

Piel sensible

Uno de los tipos de piel más complejos y que necesitará de un cuidado exhaustivo. Tendrás que escoger bien los cosméticos ya que puede reaccionar muy fácilmente ante cualquiera de sus componentes. Puede aparecer en cualquier localización de la piel, aunque es en el rostro donde suelen manifestarse más los síntomas. Es importante que acudas a un profesional cuando detectes este tipo de piel, ya que te enseñará a cuidarla y mantenerla sana.

Para algunas personas, la piel sensible es una condición muy compleja de tratar. Cuando las barreras fisiológicas de la piel son muy finas y permiten que penetren agentes externos extraños, es cuando más se produce.

La piel sensible se irrita con extremada facilidad al utilizar cosméticos, o aparece enrojecimiento, picor o ardor en determinadas localizaciones del rostro. Aparecen alteraciones ante determinados cambios de temperatura o de clima. Aparecen lesiones casi de forma “espontánea” o sin conocer causa alguna. 

La prevención de muchas enfermedades de la piel va a depender del tipo de cuidados que le proporciones. Y sobre todo seguir las pautas y consejos para hidratar la piel en cada caso y según el tipo de piel que tenemos.