La depilación de una de las rutinas de higiene y belleza más importantes, ya que dejar que se acumule el vello en determinadas zonas es antiestético y puede producir malos olores. Hoy en día existen distintos métodos de depilación, cada uno más adecuado según la zona y sobre todo según las preferencias del cliente a tratar. Hacerlo con cera caliente o también llamada de baja fusión, no es apta para todo el mundo.
Para realizar una buena depilación con cera caliente, hay que seguir unos pasos de suma importancia y obtendremos los resultados deseados.
El primer paso, es preparar la piel, lo primero que se debe realizar es de suma importancia, hay que limpiar la piel y secarla completamente, si es posible se debe de realizar una exfoliación el día de antes, para tenerla totalmente lisa y sin enquistamientos. Mientras limpiamos la piel podemos ir calentando la cera. Lo más cómodo es realizarlo en un aparato de cera profesional, ya que nos permitirá regular la temperatura y mantenerla en condiciones óptimas.
El siguiente paso es el esparcimiento de la cera, con una espátula de madera la extenderemos por la zona a tratar, no se debe abarcar demasiado, como ejemplo podemos coger una zona del largo de la mano y la mitad de anchura, debes aplicar una cantidad adecuada para cuando debamos pegar el tirón, hacerlo con comodidad.
Es aconsejable que la cera no supere los 36 grados de temperatura. si se calentara en exceso no se debe aplicar sobre la piel, ya que podríamos provocar quemaduras en el paciente.
Tras finalizar el paso de extensión de la cera, esperaremos unos segundos a que se endurezca para que atrape el vello, y se realizará el tirón de forma rápida y sin titubeos para que saquemos el mayor pelo posible con el menor esfuerzo. Se realizará este paso tantas veces sea necesario para terminar con el vello.
Tras la depilación, la piel se encuentra sensible y puede parecer rojiza e irritada, deberemos evitar tomas el sol, aplicaremos un gel hidratante de aloe vera para regenerar y refrescar la piel y ya estamos listas.
Por último limpiaremos el aparato y desinfectaremos todos los utensilios, desechando los de un sólo uso y desinfectando el material que necesitemos para la próxima depilación.