Descripción
Realizar una depilación profesional requiere atención, técnica y cuidado para obtener los mejores resultados y cuidar la piel, lo mejor es acudir a un profesional.
Preparación de la piel:
Limpia bien la zona a depilar con un desinfectante suave para eliminar impurezas y aceites.
Asegúrate de que la piel esté seca y libre de cremas o lociones.
Si es necesario, exfolia suavemente la piel unos días antes para eliminar células muertas y evitar pelos encarnados.
Selección de la cera:
Elige la cera adecuada para el tipo de piel y área a depilar. La cera de chocolate de Starpil, por ejemplo, es buena para piel sensible y áreas delicadas.
Calentamiento de la cera:
Calienta la cera en un recipiente adecuado hasta que tenga una consistencia líquida pero no demasiado caliente para evitar quemaduras.
Aplicación:
Usa una espátula o aplicador para extender la cera en la dirección del crecimiento del vello.
Asegúrate de que la capa sea uniforme y no demasiado gruesa.
Colocación de la banda (si es en caliente o fría):
Coloca una banda de papel sobre la cera y presiona suavemente para que se adhiera bien.
Retirar:
Con un movimiento rápido y en la dirección contraria al crecimiento del vello, retira la banda o la cera.
Mantén la piel tensa para reducir molestias.
Cuidado post-depilación:
Aplica un gel calmante o loción hidratante para reducir irritaciones.
Evita la exposición al sol, piscinas o actividades que puedan irritar la piel en las próximas 24-48 horas.
Exfolia suavemente la piel en los días siguientes para prevenir pelos encarnados.